domingo, 26 de febrero de 2012

UNA MALA MAÑANA

Hola chicos:
   Aquí os dejo un peueño cuento. Espero que os guste aunque sea un poquito.

¡! ¡! ¡! ¡! ¡!   R i i i i i n GgGg   ¡ ¡ ¡! ¡! ¡! ¡! ¡! ¡!

   La sirena despertó a Daniel de su corto pero profundo sueño . Su primer sentimiento fue de vergüenza, al imaginarse a sus compañeros riéndose de él, el calor subió poco a poco hasta su cara, pero al recobrar la visión por completo, ya que tenía los ojos legañosos se dio cuenta de algo muy extraño, ¡no había nadie en clase! Un silencio absoluto gobernaba toda la estancia. Estaban los cuadernos y estuches de sus compañeros, estaban sus mochilas e incluso el cuaderno de notas de su tutora, pero ellos no estaban…
   Las sillas estaban descolocadas al igual que la cómoda silla de la profesora, junto a ésta, en el suelo, había una tiza hecha trizas como si se le hubiese caído a alguien de entre las manos.  ¡Claro! Estarán en el recreo pensó el joven alumno, pero al darse la vuelta vió todos los abrigos en las perchas. Era invierno y bajar sin abrigo era como condenarse a morir congelado en el recreo.
    Se levantó inquieto para mirar la hora… las 10:36… empezó a mirar a su alrededor como si alguna de esas cuatro paredes le fuese a dar la respuesta a todo aquello. Sintió que su pulso se había acelerado y que su respiración era más fuerte de lo normal, cerró los ojos y … (esto es un sueño, esto es un sueño, esto es un sueño…pensaba una y otra vez) pero al abrirlos de nuevo se dio cuenta de algo que le hizo quedarse agarrotado, sin poder pestañear, sin poder mover ni un solo músculo, solo su labio inferior conseguía moverse en forma de temblor que reflejaba que empezaba a estar asustado. ¡El reloj aún marcaba las 10:36! ¡ESTÁ PARADO!  Escupió un pequeño grito ahogado. Salió rápido de clase y al abrir la puerta paró en seco… la imagen que contemplaba era escalofriante, todo el colegio estaba vacio, las puertas abiertas, pero todas las clases vacias. Su primer pensamiento fue gritar, pero se tragó el grito y salió corriendo escaleras abajo, tenía que salir de allí cuanto antes, llegó a la planta baja y empujó con fuerza de la puerta principal pero esta no se abrió y se golpeó contra ella por la inercia que llevaba en su carrera. ¡ESTÁ CERRADA! Temeroso se dio la vuelta y se dejó caer escurriéndose con su espalda apoyada en la pared. Metió la cabeza entre sus piernas y deseó que todo acabase, se estaba arrepintiendo de no atender en esa aburrida clase en la que decidió dormirse, quizás hubiese merecido la pena atender…
   Se hundía en mil pensamientos cuando se percató de que solo se escuchaba su respiración, solo el tintineo de sus dientes por el miedo, solo eso y nada más... Esto le asustó y empezó a llorar. Al limpiarse las lágrimas vio que su mano estaba teñida de sangre, era de su nariz. Sangraba debido al golpe pero el miedo le hizo no darse cuenta.
   Corrió hasta la biblioteca ya que sus ventanas daban a la calle. Intentó abrirlas pero estaban cerradas a cal y canto. Vio una mujer paseando por la calle y comenzó a golpear con fuerza las ventanas y a gritar desgarrándose la garganta pero la señora ni se inmutó. Siguió gritando y golpeando pero era inútil.
    Por fin rompió a llorar con todas sus ganas mientras pedía que alguien le ayudase…..
   PUUUUUUMMMM!!! Una puerta se cerró tras él y sintió como un viento gélido recorría su nuca dejándole la piel helada debido al sudor que cubría su cuerpo.
   Algo se acercaba hacia él por detrás, no eran pasos, era como un paso y algo arrastrándose, como si fuese una pierna que pesara cientos de Kilos. Cerró los ojos y pensó en volverse pero estaba tan atemorizado por lo que podía ver que no se atrevía.
    Aquella cosa, fuese lo que fuese seguía acercándose, lo escuchaba respirar, una respiración ronca y entrecortada. Parecía un gruñido, el gruñido de un ser deforme con el rostro desfigurado, por eso producía aquel ruido tan asqueroso (imaginó). De repente el gruñido paró, no se escuchaba nada, pero el sabía que aquella cosa estaba detrás suya. Sintió que se mareaba, que el estómago se le iba a salir por la boca debido a las nauseas que invadían su cuerpo. No sabía que era peor, si aquel horrible sonido o el pasmoso y alarmante silencio.
   Agudizó sus sentidos y lo volvió a escuchar, esta vez mucho más bajo, parecía que aquello que estuviese ahí, no quisiera hacerse notar. Entonces notó como algo se apoyaba en su hombro y le apretaba, abrió los ojos y miró de reojo…. Ahí estaba aquella mano despellejada, con la carne desgarrada y con pequeños gusanos comiendo entre los borbotones de sangre que aparecían entre las falanges. No pudo evitarlo y se giró. Ahí estaba aquella cosa tan horrible, no era humano aunque lo pareciese, no estaba vivo a pesar de respirar… entonces … gritó …

    ¡ A A A H H H H H H!
    Roberto desde su mesa pegó un vote al escuchar a Daniel gritar. Otra vez se había dormido como siempre hacía cuando se aburría en clase.
   Todos rieron a carcajadas por la escena.
-          ¡DANIEL! Vete a ver al director. Dijo la profesora.
Daniel se levantó y al irse por la puerta se giró y dibujó una sonrisa en los labios como aliviado. Todos miraron extrañados pues nadie lo entendía menos él. El colegio hervía de vida y eso le alegró, se fue de clase cerrando la puerta tras él y se prometió a si mismo no volver a pasar de una clase nunca más.


ALEX (Prácticas) 

5 comentarios:

KARMEN dijo...

Así, cualquiera se duerme...

ALEJANDRO 5ºA dijo...

HAS COPIADO MUCHO EEEEEEEEHHHHHHH

sara 5ºB dijo...

es muy largo jaja pero mola

LORENA 6ºA dijo...

me gusta molaaa XD

TANIA5ºB dijo...

COMOO MOLAA HAS ESCRITO MUCHO